Relato Premiado

RODAJE. Premio Especial de Monólogo Teatral Hiperbreve – Concurso “Garzón Céspedes” 2012.

DIRECTOR: Me encuentro en medio de un rodaje: yo soy el director. En mí recae toda la responsabilidad. La película se desarrolla en un centro de estudios universitarios. Allí filmamos. Es un lugar caótico: con varios pisos, con cientos de papeles amontonados y un techo precario, siempre a punto de venirse abajo. Coordino a un grupo humano de grandes dimensiones: una enorme cantidad de gente que va todo el tiempo de aquí para allá. Uno de mis asistentes es un amigo que murió el año pasado. Su presencia es manifiestamente visible sólo para mí: los demás parecen no notar su existencia. Mi amigo se limita a mirarme en silencio. Nunca me dice nada, pero sigue todos mis pasos muy de cerca. Su espíritu se impregna en mí, imponiendo sus decisiones estéticas.

PAUSA.

De pronto, noto que hay muchas personas que han desaparecido. Se han marchado misteriosamente. Las busco porque me doy cuenta de que son imprescindibles, cada uno de ellos, para continuar con el proyecto. Deambulo por los oscurísimos y polvorientos pasillos de ese lugar inmenso, semiabandonado, sin encontrar al equipo de rodaje. No sé donde están las cámaras ni los equipos. De vez en cuando, mientras me pierdo en la negrura de esos pasillos, me encuentro con alguien que pertenece a esa producción, que me indica por donde ir y me dice que me apure, porque me están esperando. Eso aumenta mi desesperación. Cuando llego al lugar señalado, no encuentro a nadie. Ya han levantado campamento. Pienso que estarán filmando en otro lado. O que he sido víctima de un engaño, quién sabe con qué propósitos.

PAUSA.

Luego de recorrer casi todo ese lugar inmenso, con sus miles de recovecos, callejones oscuros y pasillos mugrientos, me doy por vencido. Me marcho a casa. Me doy cuenta entonces de que soy el director de una película que nunca llegaré a filmar. O mejor aún: he dirigido una película que se ha filmado enteramente sin mí.

Deja un comentario