Archive for the ‘crítica de artes’ Category

Estado crítico

May 21, 2022

Oficina. Dos hombres sentados.
Director: En primer lugar, quería decirle que me gustó mucho su crítica.
Crítico. Muchas gracias. Yo también disfruté mucho viendo “Producciones”.
Director: Ése es el problema. Hay algunos errores.
Crítico: ¿Usted quiere decir que hay errores en mi artículo?
Director: Sí, hay muchos errores.
Crítico: ¿Cuáles?
Director: Por empezar, mi película se llama “Revoluciones” no “Producciones”.
Crítico: ¿En serio?
Director: Sí.
Crítico: No sabía nada.
Director: Créame. Es así.
Crítico (anotando en un cuaderno): “Revoluciones” me dijo, ¿no?
Director: Sí. Además yo no soy cubano.
Crítico: ¿No?
Director: No.
Crítico: ¿Nunca estuvo en Cuba?
Director: No. Nunca estuve en Cuba. Ni tampoco fui boxeador profesional.
Crítico: ¿Yo puse eso?
Director: Sí, y también puso que mi mamá se conserva muy bien para tener 86 años.
Crítico: Es que se conserva muy bien. Yo no podía creer que tuviera esa edad.
Director: Es que no tiene 86 años.
Crítico: ¿Ah no?
Director: No. Ni siquiera tiene sesenta.
Crítico: Ya me parecía.
Director: Qué le parecía.
Crítico: Y… que alguien que tiene 86 años no puede conservarse tan bien.
Director: Es que ella no tiene 86 años.
Crítico: Lo que me es difícil de creer es que usted no sea cubano.
Director: No soy cubano.
Crítico: Está bien, pero es muy difícil de creerlo.
Director: Créalo. No soy cubano.
Crítico: Me imagino que tampoco es comunista entonces.
Director: No, no soy comunista. Pero no por los motivos que usted cree.
Crítico: Los motivos no importan. Lo que importa es que usted no es comunista.
Director: No soy comunista.
Crítico: Pero alguna vez lo habrá sido, me imagino.
Director: No, nunca fui comunista.
Crítico: Pero en su juventud… cuando era estudiante… ¿no le dio curiosidad?
Director: Bueno, sí. A todo el mundo le da curiosidad.
Crítico: ¿Ve? Entonces se podría decir que alguna vez fue comunista.
Director: Ya le dije que nunca fui comunista.
Crítico: Digo… para ir acercándonos un poco más a la verdad.
Director: ¿De qué verdad me está hablando?
Crítico: Es en esa época donde se produjo el quiebre, ¿no?
Director: No entiendo de qué quiebre me habla.
Crítico: Quiero decir cuando abandonó el Partido.
Director: Nunca abandoné el partido.
Crítico: Así que admite entonces ser todavía comunista.
Director: No. Nunca abandoné el partido porque nunca fui comunista.
Crítico: Hay algo contradictorio en lo que me está diciendo.
Director: Lo que le dije no tiene nada de contradictorio.
Crítico: Y después pretende que no cometa algunas equivocaciones.
Director: ¿Algunas equivocaciones? ¡Su artículo tiene errores enormes!
Crítico: Veo que el comunismo es un tema muy delicado para usted.
Director: No, no es así. Si quiere que hablemos del comunismo, no tengo ningún problema.
Crítico: Preferiría dejarlo. Obviamente es un tema muy delicado para usted.
Director: No es un tema muy delicado.
Crítico: No quiero que se ponga nervioso. Todos fuimos comunistas, en su momento.
Director: Yo no.
Crítico: Está bien, si quiere, niéguelo.
Director: Lo niego porque nunca fui comunista.
Crítico: Yo sé que eso no es cierto.
Director: Si no me cree, no me interesa.
Crítico: Aunque no haya nacido en Cuba, usted lleva el comunismo en la sangre. Se le nota.
Director: Mire, piense lo que quiera.
Crítico: Ahora lo que verdaderamente no entiendo es por qué me negó que fue boxeador.
Director: ¡Porque no fui boxeador!
Crítico: ¿No?
Director: ¡No!
Crítico: ¿Nunca?
Director: Nunca.
Crítico: ¿Está seguro?
Director: ¡Cómo quiere que se lo diga!
Critico: ¿Y entonces me puede decir por qué tengo fotos de usted de cuando peleó por el título mundial del peso wélter?
Director: No sé por qué tiene esas fotos.
Crítico: Es muy simple, amigo. Porque usted fue campeón mundial de peso wélter.
Director: ¡Nunca fui campeón mundial de peso wélter!
Crítico: Bueno, pero llegó a ser profesional, ¿no?
Director: Nunca en mi vida boxeé. Ni siquiera para divertirme.
Crítico: El boxeo no es un divertimento. Es algo terrible. Usted, mejor que yo, debería saberlo.
Director: No lo dudo. Por eso jamás lo practiqué.
Crítico: Ni siquiera es un deporte, es algo mucho peor que eso.
Director: Sí, es cierto. Debería estar prohibido.
Crítico: Bueno, tampoco es para tanto.
Director: ¿Cómo que no?
Crítico: No. Yo no soy fundamentalista. No creo que haya que prohibir ningún deporte.
Director: Pero si usted dijo que el boxeo no era un deporte.
Crítico: Sí que es un deporte.
Director: Para mí no es un deporte. Es algo tremendo.
Crítico: Es raro que un ex boxeador piense de esa manera.
Director: ¡Yo no soy un ex boxeador!
Crítico: No sabía que todavía estaba en actividad.
Director: No, no estoy en actividad.
Crítico: Se retiró. Hizo bien. Hay que saber retirarse a tiempo.
Director: Usted no me entiende cuando le digo que nunca fui boxeador, ¿no?
Crítico: Lo entiendo perfectamente.
Director: ¿Entonces por qué sigue insistiendo con eso del boxeo?
Crítico: Veo que el tema le afecta mucho.
Director: No me afecta para nada.
Crítico: El boxeo le desagrada, ¿no? Es eso.
Director: Al contrario, me encanta.
Crítico: Debe ser un tema muy delicado para usted.
Director: No, para nada.
Crítico: No se preocupe, lo entiendo muy bien. Tantos golpes recibidos, tantos sacrificios, tantos entrenamientos.
Director: No sé de qué me habla.
Crítico: Le cuesta tanto hablar de eso como del comunismo.
Director: ¿Otra vez con lo mismo?
Crítico: No se preocupe que no le voy a hablar más del tema.
Director: No, si yo no me preocupo. Pero usted está totalmente confundido.
Crítico: Está bien, pero si me permite quisiera hacerle una pregunta.
Director: Dígame.
Crítico: Es una duda tonta… una curiosidad nada más…
Director: Dígame. ¿Qué quiere saber?
Crítico: ¿ Usted llegó a pelear en el Luna Park?
Silencio. El Director, cansado, lo mira.
Director: No. Nunca peleé en el Luna Park.
Crítico: Me lo imaginaba.
Director: ¿Por qué se lo imaginaba?
Crítico: No sé… porque tiene cara de no haber peleado nunca en el Luna Park, creo.
Director: Sí, es cierto. Nunca peleé en el Luna Park.
Silencio. El crítico lo mira.
Crítico: ¿Hay algo más en que lo pueda ayudar, caballero?
Director: No, está bien, gracias. Nada más.
Crítico (levantándose): Muy bien. Mándele saludos a su madre, entonces.
Director (levantándose): Se los voy a mandar.
Crítico: Y cuídela mucho. Nunca se sabe cuando una mujer de su edad se puede llegar a enfermar.
Director: Sí, es cierto. Hasta luego.
Crítico: Hasta luego.
Silencio. Se estrechan la mano. El director sale.

Buenos Aires en 100 palabras (76)

agosto 29, 2020

Un adorador del color y de las formas geométricas. Un pintor que es a la vez un cometa. Un pintor cuya vida transcurre todo el día en su casa, excepto para: ir a caminar, encontrarse con algún amigo, o rezar en la Parroquia Nuestra Señora del Valle. Un pintor de lo sagrado. Un artista panactivista. Un astrólogo. Un creyente. Un esotérico. Un mago. Un enigmático. Un autodidacta. Un vanguardista. Un extravagante. Un lingüista. Un arquitecto. Una persona austera y ascética. Un espiritista que habla con los muertos. Su religión: una forma de la literatura fantástica. Su consagración será póstuma.

Buenos Aires en 100 palabras (71)

agosto 18, 2020

Un pintor ante el espejo. Se contempla. Observa sus obras expuestas en Gath & Chaves. La repetición. La reiteración. La definición de matrices. El color: sus relaciones y armonías. Su distribución proporcional en el plano. Entrar y salir de la vanguardia para evitar que la mirada del otro nos defina. Aún a través de nuestros propios ojos. Un pintor ante el espejo deviene en una serie de músicos cubistas, futuristas, abstractos pero concretos. Bandoneonistas, flautistas, violinistas. Todos con sus respectivos sombreros. Todos con sus correspondientes bigotes. Un pintor ante el espejo es capaz de absorberlo todo. Y no volver jamás.

Buenos Aires en 100 palabras (61)

marzo 21, 2020

“El exilio es una enfermedad que lleva a la cuarentena del afectado”, dice el personaje desde el celuloide. La ciudad es la misma. Tiene un nombre idéntico. Pero la geografía emocional es completamente diferente. Un régimen, un horror, que termina. Un ilusión, frustrada, que comienza. Buenos Aires es una fiesta. Se discute sobre política: pasado, presente y futuro se juegan en un arrebato. Todos sabíamos del horror que íbamos dejando atrás. Nadie sabía aún de las ruinas que nos esperaban. La democracia termina hoy y ahora: en las calles vacías, en el tránsito del personal sanitario autorizado. En la policía…

Buenos Aires en 100 palabras (33)

octubre 19, 2019

Roquefort con jamón. Espinaca. Humita. Albahaca, tomate y queso. Brócoli con champiñones. En la esquina de Riobamba y Bartolomé Mitre reina siempre el mal humor entre los empleados, casi todos extranjeros. Como yo. Antes de dar clases en la Universidad Nacional de las Artes, pido la promo de tres empanadas y una botella pequeña de gaseosa. Una promo baratísima: un poco menos de lo que cuesta respirar hoy en esta ciudad. Suelo devorarlas mientras observo el celular o algún canal de noticias. Ya recompuesto, me esperan mis alumnos de Curaduría. Justo en la agotadora frontera del fin de semana.

Buenos Aires en 100 palabras (6)

abril 8, 2018

una critica de artes

“El momento oportuno llega cuando se pueden ver las cosas (especialmente lo que todo el mundo ya ha visto) de un modo nuevo. La consagración de lo obvio”. Es lo que me escribe una amiga por WhatsApp, mientras descanso en uno de los puffs del tercer piso de la Universidad Nacional de las Artes, apenas unos momentos antes de entrar a la última clase de la semana, a pocos pasos del Congreso Nacional. Afuera llueve como nunca desde hace meses. Adentro decido encomendarme entonces a lo obvio y asumo, una vez más, la crítica del artes de dar clases.