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Guión radial: Nina desde la clandestinidad

marzo 30, 2022

Emitido por AM Del Plata, en «Barco necio», madrugadas de 2003.

Hola, Arecco, Benway, Stuart, etc., esto es Nina desde la clandestinidad.

Hola, señora, señora, oyente en chancletas o en batín, no sé, esto es Nina desde la clandestinidad, pero ahora desde la clandestinidad del poder.

El pasado 17 de octubre el partido revolucionario del pueblo ha tomado las armas y ha derrocado al sangriento régimen pseudodemocrático encabezado por el salvaje dictador Eduardo D.

LA REVOLUCIÓN HA TRIUNFADO, MUERAN LOS CERDOS, SALVAJES Y ASQUEROSOS FEDERALES. MUERTE A LA DIVISA ROJO PUNZÓ.

Y yo entonces, Nina, como presidente del Comité Revolucionario Federal, invito a:

Comunicado número 1: Primer año de Termidor:

Art. 1: Destrucción inmediata de los medios de producción de las empresas de capital nacional y privado. MUERETE AL CAPITALISMO YA, CARAJO. . .

Art. 2: Defensa de la propiedad inalienable en todos los casos en los que hubiere libre albedrío.

Art. 3: Prohibición a los vehículos automotores para circular libremente cuando se ha encendido la luz colorada de detención. No pasen con los semáforos en rojo.

Art. 4: Barricadas, clausuras de puentes, de caminos, de rutas, prohibido pasar por la interestatal que conduce a Miami. Que los cubanos vuelvan a donde pertenecen.

Art. 5: Inmediata cancelación de los compromisos asumidos por esta puta república en lo que se refiere a la llamada deuda externa internacional. QUE SEAN ELLOS LOS QUE NOS PAGUEN A NOSOTROS, A VER SI TIENEN HUEVOS.

Art. 6: Prohibición, repito, prohibición para todos los potenciales votantes hijos de mil puta que quieran ir al comicio el próximo 18 de mayo. Les prohíbo que vayan a votar, idiotas, no elijan ninguna de esas dos opciones de mierda, o serán inmediatamente degollados por imbéciles, gente de estiércol. O votan en blanco, o anulan o no van y se acabó.

Art. 7: Destrucción inmediata de la Banca internacional, declaración inmediata de guerra contra la gran república bananera del Norte, y quema pública y recuperación por parte de los obreros de la puta fábrica Pepsi Snacks sita en Florida, provincia de Buenos Aires.

Art. 8: No toleraremos más manifestaciones subversivas. Nuestra tarea es atender al cliente y a eso nos dedicaremos.

Art. 9: Distribución gratuita de manuales escolares en todas las escuelas del GCBA.

Art. 10: Se hará justicia. No descansaremos hasta la batalla final. El enemigo duerme, pero no está vencido. Nos veremos en el infierno, Eduardo D, Carlos M., señor K.

Y un último pedido, antes de abandonar esta transmisión: luchen, luchen hasta con las manos, si fuera necesario, como dijo el gran SD.

Distribúyase, publíquese y comuníquese, a los dos días del primer año de Termidor, Johan Sebastián Bach.

Nina, desde la clandestinidad, por favor, no quiero hablar nunca más. Chau.

Ritual

febrero 26, 2022

Iba camino a lo que sería una gran reconciliación. Consigo mismo. Con los otros, si es que todavía existían. Si es que aún pensaba que podía formar parte de esa comunidad. Era un camino escarpado el que le esperaba, repleto de montañas. Las mismas que conocía tan bien. Curvas de un lado y del otro. Precipicios. A cada rato acechaba la sensación abismal de morirse en el próximo paso. Resbalarse y caer para siempre. Sin solución. Sin sentido. Pero no era tan fácil que eso ocurriera. Conocía esa trayectoria. La había recorrido tantas veces en su infancia y adolescencia. Podía caminar si quisiera con los ojos cerrados, ahora mismo, aunque fuera de noche. Sin embargo, su corazón se agitaba. Sabía a lo que iba. Sabía también lo que le reclamaba su comunidad: un gesto final. Repentino. Súbito, aunque estudiado. Un ritual. Se sentía un clandestino, escondiéndose, camuflándose, escapando de la mirada de los otros. Pero esos días estaban a punto de terminar. Su vida de los últimos años carecía ahora de sentido. De un momento al otro, todo iba a cambiar. Cuando llegara al encuentro con los suyos, se encomendaría a ellos. Haría lo que le pedían. Aunque sabía perfectamente bien que eso iba a costarle la vida. Pero estaba cansado. Lo único que buscaba era el perdón. La reconciliación. Ya había vivido demasiado. El mundo, además, no tenía nada interesante para ofrecerle. Más bien al contrario, se estaba descomponiendo a pasos agigantados. Una última danza y ya todo habría acabado. Al caer la tarde, el clima seco y árido. El sol recortándose contra las montañas. En el impulso final, tomaría la máscara. Pesada, cansinamente bailaría la danza milenaria toda la noche. Todo lo que fuera necesario. Hasta caer rendido, exhausto. Hasta morir. Pero todavía no. Ese tiempo aún no había llegado. Sacrificaría su libertad en aras de la libertad de los otros. Su ritual disolvería la tensión acumulada, luego de tantos años de humillaciones…

Miró a lo lejos. Vio columnas enormes de humo gris perla. Decidió entonces seguir en línea recta, caminando hacia el fuego.